BORIS "HEAVY ROCKS" (2022), 'OLA CÁLIDA... OLEADA DE 'STONER' 2022!!!' (PART CCLXIII), CAOS, LOCURA Y NIHILISMO DESDE JAPÓN!!!

NOTA: 100%

Continuamos la intricada senda por el 'desierto' de las 'Oleadas Stoner'. Desde Melbourne nos vamos al norte y recalamos en el País del Sol Naciente, en concreto en la mismísima Tokyo, para traeros el último mandamiento experimental y esquizoide del powertrio Boris ahora que cumplen 30 años de carrera. Para quien no lo sepa, la banda cimenta su discografía en multitud de singles, splits, remixes, EP's e infinitas colaboraciones, pero lo que hacen con sus discos de estudio es un 'modus operandi' que se repite religiosamente cada diez años y con el epígrafe 'Heavy Rocks', así que, hoy es el día y la hora de presentaros su Heavy Rocks (2022) en su tercera entrega. Te ha llegado la hora de colocarte toda la protección posible porque los japos vienen más enfermos y experimentales que nunca...

Sabes que 'Ella está ardiendo'... ¡¡¡y quieres saber por qué!!!...


Experimentalmente inquietos y asilvestradamente intensos se nos muestran Wata, Atsuo y Takeshi con su nueva arma de destrucción masiva, así, cortes como el inicial "She Is Burning", "My Name Is Blank" y "Question 1" exprimen al máximo su faceta más kamikaze drone hardcore punk, a pesar de los momentos más psych del último citado. Con "Cramper" siguen por la senda del punk, pero con un riff obsesivamente deudor del disco ...And The Circus Leaves Town de Kyuss. El caos y el dadaismo sónico son una trademark reconocible en Boris y aquí tenemos sus acercamientos al Funhouse de The Stooges en el mentado inicio de "She Is Burning", pero sobre todo como encendido complemento en "Blah Blah Blah" y en los retorcidos virajes oscuros aunque etéreos de "Nosferatou". Acabo con dos cortes que me vuelan la cabeza. Pocas veces habrás oído el término 'stoner industrial', ¡pues bien!, aquí lo tenemos representado como mucha actitud punkarra de por medio en "Ruins" y dominando el Industrial en "Ghostly Imaginations" en donde parecen haber mutado... ¡¡¡en los mismísimos Atari Teenage Riot!!!. En fin, un disco exigente, no apto para oídos cerriles o poco acostumbrados al caos sónico y la experimentación más Zappiana/Mr. Bungle. Desde luego, NO es mi caso...


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