NOTA: 75%
Si no hay cambios de última hora, esta va a ser mi última reseña antes del merecido descanso que nos tomaremos en agosto. Siempre es un placer encontrarme aquí con vosotros, fieles lectores, pero la mente necesita despejarse y cambiar un poco de rutinas y dejar un poco el círculo vicioso (aunque siempre excitante, no me entendáis mal) de 'búsqueda-identifica-empolla-reseña' para volver con fuerza de nuevo en septiembre y seguir trayéndoos lo mejor del Rock'N'Roll en todas sus vertientes.
La banda que baja la persiana de Pupilandia me ha dado una alegría importante al saber de su vuelta al show business musical. Y esos no son otros que los suecos HIGHRIDE que hicieron mucho ruido allá por 2013 con su album debut, Highride, producido ni más ni menos que por Tomas Skogsberg (The Hellacopters, Backyard Babies, Emtombed...). La banda subió muy rápido en su país natal, eso sí, siempre quizás a la sombra de su gran referencia que no es otra que la banda de Nicke Borg y Dregen, oséase Backyard Babies. En cualquier caso, era un discazo que rescataba a la perfección los surcos de Total 13 (1998) y Makin Enemies Is Good (2001) y que les permitió abrir para bandas del calibre de Crashdïet y Hardcore Superstar, así como realizar multitud de giras por Finlandia, Noruega, Alemania, Dinamarca, etc,.. El desgaste fue brutal y les pasó factura, así que en algún momento de la segunda mitad de la década pasada hicieron un parón indefinido que afortunadamente este año ha llegado a su fin...