NOTA: 85%
Cierro este mini-bloque de Metal con otros pesos pesados de aquel Nuevo Metal que surgió en los 90's y que, a día de hoy, siguen gozando de una estabilidad y un status en la Industria más que destacable, estos no son otros que los germanos RAMMSTEIN. Atraído por las buenas críticas que están cosechando su octavo disco, Zeit (2022), también me he querido 'asomar' (como con Soulfly y Machine Head) a su nueva obra con el objetivo de comprobar el estado de forma del siempre bizarro y determinado combo berlinés. He de reconocer que desde su trilogía inicial que finalizó con el excepcional Mutter (2001) no me había acercado a su música con detenimiento (tan sólo clips), quizás por sentir cierto cansancio y repetición de esquemas, quizás porque necesitaba un 'back to the basics' con el High Energy escandinavo y el Neo Swing de los 90's. A día de hoy todavía sigo sin saber por qué...
Muévete en 'Zig-Zag' porque la banda viene bien caprichosa...
Y precisamente desde esta 'ignorancia y abandono' que he tenido para con ellos después de tantos años os quiero confesar que me parece un disco excepcional, arriesgado, desacomplejado incluso, si me apuráis, hasta iluminado en muchos momentos. Nunca renegaré de aquellos primeros trabajos en donde el Metal Industrial se sodomizaba con el techno y la música clásica sin rubor ni complejo alguno, me sigue gustando aquella magia tan particular y exótica que crearon practicamente de la nada, pero creo que si me hubiese encontrado con la misma fórmula hubiese recelado de su vigencia actual. Me he tenido que tragar mis inseguridades, Zeit (2022) es un discazo de tomo y lomo, son Rammstein, no han perdido ni un ápice de su estilo y personalidad, pero están a otro nivel y creo que han acometido nuevas vías de expresión en las que han dado en el clavo y se les ve realmente cómodos. Temas épicos como el homónimo "Zeit", "Schwarz", "Meine Tränen" o el denso "Lügen" (con auto-tune incluído en algún momento para el gargantón de Lindemann) marcan bien la diferencia, una madurez y una seguridad en el control de medios tiempos que me gusta y mucho. En cuanto a los temas con más nervio y, por qué no decirlo, 'bailongos y moviditos', tenemos el jodidamente bueno "Giftig" dominando a la perfección el techno 90's y el Industrial, los aromas conocidos, pero no por ellos repetidos del single "Zick Zack" y el socarrón "OK". Te podrá volar la cabeza (y lo hará) "Dicke Titten" con esa mezcla imposible entre sus riffs industriales y el clasicismo de orquestaciones bávaras, te va a sonar a NIN su último "Adieu" con esa línea de piano tan característica, pero lo que tenemos bien claro es que con cortes como el inicial "Armee der Tristen" o el aplastante "Angst" los de Berlín siguen estando ahí, siguen siendo ellos, sin 'prostituirse', corriendo 'riesgos' tan necesarios como estudiados al milímetro (intuyo). Buen reencuentro, lo tengo muy claro...
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