JARED JAMES NICHOLS "JARED JAMES NICHOLS" (2023)

NOTA: 100%

El Blues Rock más genuino no se suele pasar demasiado por estos lares, lo reconozco, pero cuando una bestia como el de Wisconsin, USA, JARED JAMES NICHOLS hace acto de presencia con el lanzamiento de su tercer álbum a uno no le queda otra que quitarse el sombrero, abrir la boca y salivar a litros formando un charco de baba a mi alrededor. Este animal escénico del blues rock y el hard blues, que combina sin igual el hard más embrutecido de los 70's, con el rock alternativo y el grunge de los 90's, vuelve a la palestra musical bien temprano en este 2023 para golpear primero y golpear duro con su nueva declaración de intenciones (yo diría que más que nunca) titulada como él mismo, Jared James Nichols (2023)...

Vamos a 'Cablearnos' con el Blues Rocker!!!...


Para que un disco de blues me vuele la cabeza éste tiene que tener peligro, excesividad, mucho de la esencia rebelde del Rock'N'Roll entre sus surcos y esto es lo que hace y factura un tipo de la talla de Jared. La tercera muesca en su carrera se jacta de ser registrado en estudio en riguroso directo, sin artificios y con toda la crudeza analógica posible, con acoples, un bajo absolutamente tremebundo en todo el trabajo, distorsión guitarrera y locura guitarrística a mansalva y esa voz que bebe de los putos grandes de los 70's como Glenn Hughes, Roger Daltrey, Robert Plant o Mark Farner (Grand Funk) entre otros ¡me flipa como canta este hombre!. "My Delusion" comienza a calentar el ambiente en clave blues rocker preparando el terreno para el primer exceso sónico como es "Easy Come, Easy Go"... ¡Ese bajoooo! ¡y que arrojo de Mr. Nichols con su guitarra y voz!. Que a nadie se le olvide que este hombre también mama del sonido alternativo de los 90's, de la psicodelia de Screaming Trees produciéndose el primer acercamiento 'Cornell/Trees' en "Down The Drain", un corte de esencia lisérgica con guitarrazos Hard por el medio. Esto mismo y más ocurre cuando volvemos a viajar al Planeta Seattle con los hermosos contrastes de "Shadow Dancer" (puro Chris Cornell), así como en ese corte final que mira de reojo a los Pearl Jam de Ten (1991) llamado "Out Of Time". Volviendo a las burradas sónicas, ¡joder!, te lo flipas con la crudeza vacilona de "Hard Wired" y el trotón "Bad Roots", ves cierto guiño al "Kashmir" zeppeliano en el puñetazo de "Skin'N'Bone" y vuelves a sentir el definitivo 'soplamocos' con ese  "Hallelujah" practicamente Proto-Metal, con un asalvajado crescendo y jactándose de unos alaridos asilvestrados que me ponen la piel de gallina cada vez que los escucho. Buffff!, ¡que paro aquí!, que esta experiencia 'hard blues' la debes disfrutar entre oreja y oreja. Punto.



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