NOTA: 80%
Tercera y última 'saldada de cuentas'. Quizás en este caso no se me haya pasado tanto el arroz.... Y es que los donostiarras THE INDUCTIONS volvieron a finales de año, en concreto a mediados de diciembre, con un nuevo EP bajo el brazo que atiende al título de Serial Killer Dance (2022). Antes de comenzar la reseña, agradecerles que me hayan 'regalado' su música, ha sido todo un detalle y está siendo todo un disfrute la escucha de sus nuevos temas, encendidos y ardientes como en ellos siempre es habitual. ¡Vámonos!...
Acércate y huele el aliente del 'Hermano Lobo', te lo vas a dejar 'sobrado'...
Ya era hora de tener material fresco de los irundarras, se echaba en falta esa mezcla explosiva de hard, punk y high energy rock'n'roll marca de la casa y de la que no teníamos nuevas marcas desde aquel EP de 2018, Fast Food. La nueva obra gestada por Mikel (rythm & lead guitars), Daniel (drums), Pablo (bass, vocals) y Txus (vocals, guitar, keyboards) ha sido producida por la propia banda y registrada por Ekaitz Garmendia en los Black Storm Studios. ¿Y qué tenemos entre dientes?, pues cuatro temas con esa flema escandinava que tanto les marca sin rechazar momentos más hard rock. "I Feel Alright" inaugura las hostilidades con un trallazo de impresión, con una batería machacona y punteos rock 50's que piden su protagonismo de entre el muro de guitarras. "November 13th" oscurece y enrabieta su marca 'a la Supersuckers', un tema tan hostil como pegadizo, pues el trabajo de melodía y estribillo son geniales. "Serial Killer Dance" da el salto definitivo a la península escandinava con un pepinazo de impresión, guitarras empoderadas, vocales vacilones, pianitos Stooges y punteos Western. ¡Los adoro! Cerramos filas con mi favorito, "Brother Wolf", otro fulminante relámpago sónico que bebe tanto de Backyard Babies como de Turbonegro, un corte enfermizo y excesivo con esas guitarras en wah-wah características de Dregen & Nicke con fraseos y estribillos que se nutren del más iluminado Hank Von Velvete 90's para instigar a las masas y, a buen seguro, volver loca a su audiencia en directo. Triunfan, pero necesitamos más canciones, ¡muchas más! y más a menudo para saciar la sed, de ahí que no le ponga más nota...
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