NOTA: 80%
Llegó el momento de reseñar el esperadísimo y ansiado nuevo trabajo de 'Los Hombres de Negro' de San Francisco. Podría parecer exagerado al decir esto, pero siento cierta presión añadida al hablar de una banda tan intocable y mediática como Metallica porque siempre han significado mucho para quien suscribe a pesar de las críticas (justificadas) que en muchos momentos he proferido contra ellos, y porque cuando editaron su anterior Death Magnetic hace ocho años...¡¡¡este blog ni existía!!!.
Sabemos todos los 'metalheads' que Metallica nunca hará disco malo, bueno sí, St. Anger, sabemos también que Hetfield recuperó el pulso y la cordura con Death Magnetic (2008), pero también sabemos que los trashers de la Bay Area ya alcanzaron su cima con el Black Album y que nunca habrá otro Master Of Puppets. ¿Y por qué vengo a decir esto?, bueno porque en realidad, la escucha de los discos de Metallica ya no es para mí algo 'sagrado', ya no analizo cada giro vocal de Hetfield, cada punteo de Hammet y cada redoble de Ulrich. ¿Será la edad?, no lo creo, esto tiene que ver más con el mencionado St. Anger y aquella abominación de documental de Not Your Kind Of Monster. En definitiva, que tras el retorno con el disco del 'ataud magnético' siempre me he limitado a escuchar por diversión, a sentir sus canciones bajo el prisma de 'me entretiene o no me entretiene' y no voy más allá (ni quiero). Metallica es un negocio y una marca, ya no son aquellos tipos que daban miedo en Master Of Puppets y ...And Justice For All, aunque me ponga a 100 todavía cuando atacan sin piedad la sexta cuerda...