Foto de Portada: ANNIE JACKSON |
Qué grande es el señor ÓSCAR ALCOCER ROGER. No había conocido a este gran tipo hasta que, gracias a un amigo común con el que quedé para el Sant Antoni Pop Festival de Betxí y que me lo presentó con la mayor de las pasiones, me habló de SU FESTIVAL. A priori, el nombre ya me llamó la atención por, lo sabéis, mi gran obsesión vintage con el mundo Pin-Up 50's/60's, me comentó el 'rollo' que llevaba el festi, su concepto Underground y su magnífica ubicación en las faldas del Montgó, en concreto en la mítica discoteca LA HACIENDA. Óscar me generó una curiosidad y un hambre por 'lo desconocido' brutales. Lo que no sabía era lo que me esperaría meses después...
No tuve claro prácticamente hasta el último momento si podría acudir o no a la IX edición del Pin Up Fest, pero una sucesión de coincidencias siderales, de trucos de prestidigitador cutre y, como no, el enganche que sentí por la cabeza de cartel del evento, LA PERRA BLANCO y las demás bandas que formaban parte del excelso cartel hicieron que los astros se alineasen y me viese inmerso en otra experiencia 'Garage Style' que se quedará siempre tatuada en mis recuerdos.
Aquí el selecto plantel de estrellas...
Para empezar, comenzaré reconociendo que cuando empezaron los valencianos LLOBARROS me encontraba fuera 'esperando', si se puede decir así, a una parejita de personitas que he conocido últimamente y han traído mucha luz para quien suscribe...
Pero tardaron un ratito y lo que estaba escuchando del combo de Garage Surf Rock'N'Roll me incitaba y arrastraba cada vez más a pasar el umbral de La Hacienda y estrenarme por primera vez con ellos. Me parecieron una bandaza en toda regla, con ese sonido tan personal y exótico, tan loco y divertido que calentó el ambiente (más bien ya estaba 'caliente' cuando me instalé entre la audiencia...) en tiempo récord. Superintensos, loquísimos y sacando el mayor partido a su EP, Llobarros, Exótica & Fuzz (2019) con trallazos como "La Perla Exótica" o "Fuzz Manchú". Repetiré una y mil veces con ellos, os lo aseguro.
Los siguientes en mantener el caldero ardiente del Pin Up Fest fueron los barceloneses LES RENCARDS con la Criatura Salvaje de Merli Marlowe comandando un combo que se jacta de practicar un Garage Sixties 'a la francesa' salpicado de aristas Punk, Freakbeat y Retro Pop francés. Muy concentrados en el inicio, poco a poco se fueron haciendo con una audiencia que pedía desfase y excesividad estival venidas de otra época. El gran carisma, sensualidad e hipnotismo que desprende Merli es determinante para que toda la audiencia entrase en un trance sesentero perfectamente recreado entre guitarrazos beat, jadeos garage pop y una base rítmica perfectamente engrasada y presente con muchos momentos dejándose llevar por el fuzz más retro.
Por motivos que no vienen al caso, no pude prestar demasiada atención a los holandeses THE MOCKS, escuchados de lejos, de fondo, no puedo hacer una crónica creíble y en condiciones. Lo único que os puedo comentar es que sonaron muy compactos y que, a pesar de su sonido Garage Beat, tuvieron momentos, pasajes y atmósferas muy distintivos, pero vaya, fue una apreciación sonora porque, que me perdonen los protagonistas, tuve muy poca apreciación visual. Lo SIENTO...
Y ahora sí, vamos con el verdadero reclamo para quien suscribe, LA PERRA BLANCO, pero también para el propio PIN UP FEST, que ya quiso contar con su crudo y explosivo directo en la VII edición que tuvo que ser cancelada por la pandemia.
Alba 'La PERRA BLANCO' venía presentando su espectacular último álbum, Get It Out, lanzado a principios de este año. En el viaje desde Valencia hacia mi alojamiento en Denia pude escuchar hasta tres veces este discazo y cada vez sentía más ansia de ver un directo del que todo el mundo habla y del que nunca había tenido la oportunidad de vivirlo. He estado muuuy cerca en dos ocasiones, pero el destino no quiso que la descubriese encima del escenario hasta el Pin Up, era como que tenía que conocerla y disfrutarla en unas condiciones muy especiales y de disfrute máximo. Eso fue exactamente lo que sentí durante toda su entregada, sudorosa y enrabietada descarga.
Al acabar The Mocks, nos instalamos rápidamente en primera fila. Las amistades con las que iba y a las que me presentaron tienen una relación muy estrecha con Alba y eso me hizo sentir el concierto como algo más personal e 'in your face'. La Perra Blanco llegó al Pin Up en unas 'condiciones' idóneas para descargar toda la pasión que siente por el Rock'N'Roll, pero también para descargar toda su rabia y liberar sus demonios personales (lo confesó ella misma hacia el final de su setlit), así como también demostrar toda su clase y sus ganas de incendiar La Hacienda a base de Rockabilly/Hillbily, Blues, Country Punk y Rock'n'Roll 50's.
Pasando a hablar un poquito del setlist, esta mujer es una jodido terremoto, una fuerza de la naturaleza que ha nacido para dejarse la piel encima del escenario y así quedó demostrado desde sus primeros hitazos tales como "Sleeping & Smoking", "Doggie Rag" o "It's Fun But Is Wrong" hasta sus últimos 'instant classics' como en el caso de "Treat Me (Like A Man Should Do)", el enérgico "New Lover New Sweetheart" que me volvió loquísimo o, cómo no, su segundo single, "Came Back Home", con la sorpresa de la noche gracias a la aparición del mismísimo Carlos Tarque que cantó a pachas con la estrella de la noche una composición que ya le tuvo como 'invitado' en el estudio.
La banda, formada por el salvaje contrabajista Guillermo González, el afamado batería Jesús López y la nueva incorporación a los teclados y el saxo de Gerard Verger (The Lizzters, The Pickin' Boppers), constituyen una auténtica locomotora desenfrenada y sin control para que LA PERRA se luzca en todos los sentidos, trabajan por y para ella y se dejan la piel por ELLA, es una JEFA en toda regla que sabe cómo quiere las cosas y a quien quiere con ella encima del escenario, Me parecieron unos absolutos CRACKS y desde esta casa me quito el sombrero por ellos y por una mujer (y futura Criatura Salvaje) que dejó patas arriba La Hacienda dejándonos boquiabiertos y sin prácticamente fuerzas para continuar la noche. Dicen que fue su mejor directo, en el que más se entregó y rugió, en el que más mala hostia expulsó... Y un servidor no será quien para quitarles razón...
No puedo acabar esta crónica sin hablar de la sesión de DJ's que vino después hasta las 7 AM que puso el broche de Oro a una noche mágica, exótica y realmente especial gracias a la pasión y la dedicación de ÓSCAR ALCOCER ROGER que, una vez más, dio en el clavo con las bandas elegidas y con una organización y espacios que funcionaron a las mil maravillas a los pies de los acantilados del cabo de San Antonio.
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