NOTA: 90%
Se me cuela otro disco directo y desenfadado de genuino rock'n'roll aussie. Las Oleadas Stoner que voy macerando en mi cabeza tendrán que esperar un poquito más... Tommy Boyce y sus secuaces están de enhorabuena, su quinto trabajo en estudio titulado Backseat Rhythms (2023) es un auténtica joyita sónica con esa mixtura tan interesante entre el Hard Rock y el Classic Rock 70's que tan buenos resultados está cosechando desde que se alejasen un poco del High Energy con su anterior Reptilian Overlord (2020). A destacar, una vez más, su majestuosa portada. Sabes a la perfección lo que te vas a encontrar dentro con esa imagen de Tommy tan potente teniendo como marco de fondo ese mar con las olas a punto de demostar su implacable fuerza. ¡Vamos a por él!...
Conviértete en 'El Amante' y disfruta de la adrenalina venida de las antípodas...
Aún a riesgo de que sus fans más cerriles les puedan criticar que hay una deceleración clara en decibelios y que el high energy y el punk han desaparecido del tracklist, en mi caso personal no puedo estar más contento, la colección de canciones es vibrante, con su rollito acedeciano en cortes como el inicial "The Devil In Me", pestuzo a KISS y Cheap Trick en "When You Want Something For Me" o "Bad Girl", ramalazos a Thin Lizzy muy bien diseminados e hipervitaminados como el majestuoso "The Lover" con estribillo AOR. El rollito Eagles es muy entrañable en "The Last Time Is Good", por no decir del corte final con esos bien desarrollados seis minutos "Kundalishi Rising" de contrastes rítmicos, su parte folkie y cerrando con ese final en formato 'jamming' dejánsose llevar por la marea y las imprevisibles olas sónicas. En definitiva, un disquito muy disfrutable, se excesivas locuras y agresividad, pero con una energía y frescura compositiva que es muy de agradecer viniendo de los australianos. ¡Acierto!...
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