Después del fiasco y desencanto con "The Walking Dead" en su quinta temporada, tenía que encontrar algo que me quitase el mal sabor de boca y creo que estoy (estamos, mi mujer tiene su peso en esto) en el buen camino con una serie que tenía en 'lista de espera' como 'obligada' tras las críticas apasionadas del blog 'Sammy Plays Dirty' y las más objetivas y críticas de 'Nikochan Island'.
"Ray Donovan" trata de un experto en limpiar 'trapos sucios' de las estrellonas más decadentes (y de las recién llegadas también) de una ciudad tan pecadora y extrema como L.A.. Ray (Liev Schreider) no tiene escrúpulos, no duda sobre sus métodos y sus estrategias para no dejar el rastro que no debe encontrarse o la pista que no debe descubrirse, es un tipo duro, exquisito, atractivo y deliciosamente calculador pero, claro, todos estos piropos se desmoronan de todas todas cuando hablamos de su situación familiar que es un auténtico desastre empezando por el único personaje que le hace sombra, al menos en esta primera temporada, como el ex-convicto Mickey Donovan (Jon Voight), padre de nuestro protagonista...
Un poquito de fondo musical para lo que sigue si el lector 'dilatado' gusta de hacerlo...
Ray Donovan no sólo tiene problemas con su padre desde su niñez sino que sus otros dos hermanos todavía están sufriendo las consecuencias por muchos motivos que no desvelaré pero que son cruciales para entender el pasado de Mickey Donovan y entender también el odio y la repulsión que Ray siente por su progenitor. En cuanto a su situación más cercana, su mujer, Abby Donovan (Paula Malcomson) es una tía realmente frustrada que busca la atención de un marido al que prácticamente no conoce ni comparte su tiempo con ella por lo que, constantemente, la pareja se enfrenta y discute...además de follar entre tanta 'lluvia de cuchillos'.
Lo bueno y lo malo de la serie, y estoy completamente de acuerdo con las impresiones de Nikochan, es que currarse un personaje tan bueno y tan creíble como Ray hace que lo que está a su alrededor flojee bastante en mi opinión. Liev Schreider también lo borda dando esa impostación amargada y podrida por dentro pero implacable y maquinadora por fuera y esto hace que la serie se mantenga en pie y con fuerza pero, claro, los puntos negativos claramente son la consecuencia de dedicarse tanto al protagonista y a las tramas que tienen que ver directamente con él porque, si bien el drama violento y oscuro con el padre está muy bien planteado con otro actorazo como Jon Voight, las tramas de sus dos hermanos están tan sólo esbozadas casi rozando las de un actor de reparto ¿y qué decir de las inofensivas acciones de sus hijos? (me acuerdo tanto en este momento del hijo de Walter White...), pues que sobran y no aportan absolutamente nada interesante a la serie. No sé, la sensación que se me queda es contradictoria porque estoy deseando meterme con la segunda para ver cómo se lo monta Ray y qué cabronadas le sigue haciendo su padre pero espero que no sea tan lineal como la primera, que no parezca que la serie no avanza, que no evoluciona y que siempre está estancada en las mismas amarguras de siempre.
Pero no te cabrees Ray... |
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