Volvemos a la palestra musical con una propuesta intencionadamente heterogénea, aunque con un nexo conceptual común, la energía.
Cuatro van a ser las bandas que se van a pasar por aquí, cada una con un estilo claramente diferencial, pero todas y cada una de ellas con 'eso' que a tí y a mí nos mueve y nos agita, eso que nos hace sentir el Rock'N'Roll como respiración vital para sobrellevar la rutina y el día a día. Energía sónica como 'modus vivendi' y terapia del alma. ¡Estamos vivos y vamos a morir jóvenes!...
Tras el salto, prepárate para sentir la vibración más salvaje y primigenia...
Que comiencen los chispazos...
Comienzo, cómo no, con genuino high energy escandinavo, en concreto con los suecos, THE HYPERMATICS. Nunca nos han descubierto nada nuevo el cuarteto de Karlshamn desde que empezaron hace tres años a lanzar single tras single. Su amor/obsesión por The Hellacopters queda patente en todo lo que hacen, quizás algún toquecito clásico 'a la KISS/Thin Lizzy' en algún momento, pero lo que les sigue definiendo es su devoción y respeto máximo por la banda de Nicke Andersson...
Tras su debut en larga duración en 2023 con Something New, vuelven a la carga con un explosivo nuevo trabajo en formato EP, Sleepers Vol. 1 (2025) que hará las delicias de cualquier amante del Scandinavia Rock'N'Roll y el sonido Detroit.
Cinco pepinazos rebosantes de energía condensados en poco más de 15 minutos ideales para disfrutar en sus, deduzco, intensísimos conciertos. El toque 'Copter' sigue estando en cortes como "Just Keep On Trying" o "Thriving, Obligations", el primero más encendido, el segundo más contenido y deudor de las ultimas composiciones de Mr. Andersson.
El ramalazo Stanley/Simmons lo tenemos claramente cristalizado en el imponente "Out Of Control" (¡como para no acordarse de Ace Frehley!), quizás también en el inicial "You Make Me", aunque no dejo de intuir también a los Scumbag Millionaire menos enfurecidos y urgentes. Finalizo precisamente con el último corte, "Don't Make Me Do It", con esencia Gluecifer y un estribillo de lo mejorcito del trabajo, perfecto para volverse loco, loquísimo.
En conclusión, una continuación de su Opera Prima que, no por esperada en términos estilísticos, se deja de disfrutar, quizá con algo más de peso en sonidos clásicos, eso sí...

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