NICK CURRAN ROCKEANDO YA EN EL INFIERNO.

El rock'n'roll volvió a morir hace dos días con la muerte de Nick Curran el pasado sábado 6 de octubre contando. Cuando me enteré de la noticia a través del blog de ROCKLAND no daba crédito al titular, no quería creérmelo, me negaba a aceptar que un rocker joven con tan sólo 35 años, emergente y en pleno estado de gracia compositivo no hubiese podido superar el cancer de lengua que ya superó una vez hace dos años cuando se le diagnosticó por primera vez.

Para los que amamos la década de los 50 y el genuino y verdadero rock'n'roll supuso un sorpresón la publicación de "Reform School Girl". Parecía un auténtico viaje en el tiempo a la era de Little Richard y Eddie Cochran con un album que supuraba sudor y pasión a partes iguales, a club de mala muerte, tabaco y cantidades ingentes de alcohol. Los surcos de ese album son adorables, Curran se dejó, literalmente, la garganta en aquel disco cantando como si la vida le fuese en ello y canciones tan simples como apasionantes caso de "Kill My Baby", "Tough Lover", "Sheena's Back" o "Psycho" te hacían confiar en que no sólo Brian Setzer iba a mantener la llama del viejo rock'n'roll en alto.

No he seguido ni mucho menos a fondo la carrera de Curran con The Fabulous Thunderbirds, ni con Deguello (a pesar de que escuchase algunas canciones en Radio 3), he seguido intensamente a Kim Lenz en los tiempos en los que Nick estuvo en la banda aunque no reparé en él especialmente, ni tan siquiera conocía los cuatro discos en solitario con The Nitelites, pero para cuando en el Popu se deshicieron en elogios con respecto a "Reform..." me fuí de cabeza para volver a sentir ese rock añejo pero excesivo que te da un buen rocker, tal y como siempre lo hizo Brian Setzer con Stray Cats y con sus discos en solitario. La portada posterior que le dedicó la publicación barcelonesa ha sido y es una de mis favoritas de todos los tiempos con un Curran desafiante, todo pasión gracias a la música que le ha llevado a lo más alto, el rock and roll. En aquella entrevista todavía se le veía ganador, vitalista con respecto a su enfermedad pues estaba en pleno proceso de recuperación y con las ganas y la inspiración necesarias para seguir con su carrera pero todo se complicó...

Siempre confié en su recuperación tras su recaída, un alma rockera como la suya debía tener la fuerza necesaria para afrontar lo que se le pusiese por delante y así seguir dándonos tantas satisfacciones tanto en estudio como en directo. "Reform School Girl" dinamitó la escena y tocó, de una manera cruda y salvajemente directa, todos los palos que este hombre siempre tuvo alojados en su ADN, el Doo Woop, el rock'n'roll, el rockabilly y el R&B entre otros. Fué mi disco del año a pesar de que, en aquellos tiempos, todavía no hiciese los 'Top 10' en Pupilandia y me sentí extraño pero confiado, extraño por creer de nuevo en la sabia de este hombre a la hora de ofrecernos algo tan añejo pero tan fresco y confiado por tener la certeza de que este artista jamás vendería su culo por mucho que en discos futuros alcanzase una posición cómoda y popular en la industria.

Todo se quedó en un sueño,... espero que lo realices allá donde estés Nick.