Continuamos con Classic Hard Rock, nos trasladamos de Estocolmo con el disco de Robert Pehrsson a un puente aéreo entre Irlanda del Norte y L.A. porque os vengo a hablar de un álbum que me sigue sabiendo fatal no haberle dado cancha antes para aparecer entre lo mejor del 2019 y ese no es otro que Another State Of Grace (2019), el nuevo disco de Scott Gorham y uno de mis intocables del hard 90's, Mr. Ricky Warwick bajo el nombre de Black Star Riders.
Pero tal y como apuntaba en el titular, ¿la salud?, ¿el legado de quien?...bueno, es obvio que me refiero a la salud y el legado de Mr. Phil Lynnot pues con el cuarto disco de Black Star Riders las bases y la leyenda forjada en los 70's siguen en muy buena salud y en plena vigencia en pleno S. XXI. Pasar un ratito y deleitaros con los nuevos temazos...
Para empezar, la ya dilatada carrera de B.S.R., publicando religiosamente cada dos años, no se le pasa por alto a nadie, hay mucha clase en su cabeza bicéfala y admiro a Ricky desde siempre. Bien es cierto que en mi caso he de reconocer que el tercero, Heavy Fire (2017), no lo he escuchado pero los dos primeros discos son canela fina, con esos acercamientos melódicos tan marca de la casa Lynnot y esos cortes en donde el hard rock se entremezcla a la perfección con el folk irlandés.
Este cuarto trabajo de la banda, me entró hace dos semanas como un tiro, de largo es el disco más crudo y enfocado hacia el Hard Rock más duro y no, las melodías no han desaparecido, los medios tiempos ("What Will It Takes"), las excelentes baladas ("Why Do You Love Your Guns?") y los cortes más Lynnot ("Tonight The Moonlight Let Me Down", "Another State Of Grace", "Ain't The End Of The World"...) siguen dando excelentes resultados, canciones redondas, con un capacidad para epatar superior, Gorham se luce una vez más en punteos, riffs y 'solos' doblando guitarras con su ahora mano derecha Christian Martuzzi. Pero, como os decía, han aumentado en decibelios y esto lo demuestran en temones como "Underneath The Afterglow" con ese toque Purple en teclados, el matador "Standing In The Line Of Fire" o el machacón y obsesivo "In The Shadow Of The World Machine". No quiero cerrar el post sin destacar el fabuloso y efectivo "Soldier In The Guetto" con otro excelente trabajo en teclados (de nuevo muy John Lod) y con, para quien suscribe, el estribillo del disco. Resumiendo, la banda de Warwick y Gorham sigue engrasada, con las musas de su parte y con hambre de rock'n'roll.
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