NOTA: 90%
Lo tengo clarísimo, los grandes descubrimientos del año a nivel nacional (con un tirón de orejas incluido por mi parte, he de reconocerlo...) son los madrileños Hiagen y una banda a la que me ha dado mucho tiempo a degustar su último disco, os estoy hablando de los gallegos de Santa Comba, Grand Soul Band y su tercer LP, From Here To Eternity (2018).
Antes de comenzar a hablaros de mis sensaciones, he de ser justo, Alejandro Torreira, encargado de rítmica y guitarra solista de la banda, me ha demostrado ser una persona con una sensibilidad muy especial, un tío humilde y currante que no dudó desde el primer momento en enviarme, en estos tiempos que corren, el CD, ¡sí, el CD!, en formato físico y que, por favor, no hiciese la reseña hasta no haber disfrutado de su música con el libreto delante, a la vieja usanza. Alejandro, muchas gracias, así lo he llevado a cabo, como me dijiste. Qué menos.
'No te rompas' al escuchar un tema tan redondo y pegadizo como éste...
La banda formada por Javier Campos (vocals, guitar), Alejandro Torreira (guitars), Raúl Cascales (bass) y Miguel Rial (drums) deberían ser un ejemplo de compromiso y dedicación a la música y su instrumento, de verdad os lo digo. Formados en 2012 curtiéndose con tres pilares básicos para ellos como lo son Neil Young, Tom Petty y The Jayhawks, es en 2015 cuando se sienten preparados para proponer su Opera Prima con The Road (2015) con ocho temas propios en donde el Rock Americano 'a la Crazy Horse', The Cult y, en menor medida, Screaming Trees eran la base de su sonido. Un año después, el mismísimo Paco Loco se pone tras los controles para producirles su segunda obra, esa que crucifica o asienta y consolida la carrera de una banda, obviamente pasó esto segundo y Lights And Shadows (2016) mejoró la fórmula del debut en todos los sentidos. Se habían convertido más que nunca en una 'Banda de Alma Grande'.
Para su tercer y último disco, From Here To Eternity (2018), los de Santa Comba han decidido arriesgar o evolucionar, ir hacia delante y no quedarse estancados, como queráis llamarlo. Grabado de nuevo en los estudios de Paco Loco en El Puerto de Santa María (Cádiz) y con una bellísima y evocadora album cover de Bettina Dupont y un no menos interesante libreto que me quiere recordar en algún momento al libreto del Superunknown de Soundgarden, Javier, Alejandro, Raúl y Miguel han decidido dejar los 70's atrás y apostar clarisimamente por los 90's con un sonido bellísimo y nostálgico en melodías a la par que saturado y distorsionado en instrumentación. No me equivocaré lo más mínimo si os digo que nunca pensé que una banda pudiese evocar tanto y tan bien a Screaming Trees como lo hacen los gallegos. Me quebrásteis el corazón la primera vez que os escuché chicos.
¿Quiere decir esto que Grand Soul Band tan sólo puede aspirar a mimetizarse con la banda de Lanegan y los hermanos Van Conner?...¡Ni mucho menos!, "From Here To Eternity", el tema inicial, es la perfecta mezcla entre los Trees y Smashing Pumpkins, sobre todo en el timbre nasal de Javier, muy Corgan en muchos momentos. Qué maravillosos que fueron los 90's. Joder. "I Just Might" vuelve a experimental con esa mezcolanza, quizás las 'calabazas' ganen la partida en esta composición pero se demuestra lo 'musculosa' que quiere sonar la banda en este disco, sonido explosivo, distorsión y capas y capas de guitarras y texturas como si de una producción de Jack Endino o Butch Vig se tratasen. "In My Head" comienza con un ritmo sincopado de guitarra, una canción sensual, provocativa, con la rabia a flor de piel también y cierto halo The Cult en sus punteos. Con "Save Me" la banda demuestra una nueva influencia escondida hasta la fecha, ¿alguien se acuerda de los The Afghan Whigs de Greg Dulli?, joder!, qué temazo, qué sensibilidad soulera decadente y afectada cercana a los de Cincinnaty. Su final es más 'grungy' pero es un broche de Oro a una de las composiciones clave del disco, al igual que el tema que le sigue, "Don't Break Me Down", un singelazo perfecto en toda regla, noventero hasta decir basta, llevando el legado de los Trees hasta el infinitivo sin perder de vista una melodía pop muy bien llevada. "Someday", quizás, sea el tema más 'clásico' del conjunto, un medio tiempo con punteos muy Chris Isaak, arreglos con sitares y una interpretación vocal de Javier que me humedece los ojos cada vez que la escucho, que me hace recordar muchas vivencias de hace 20 años en poco más de tres minutos. Llega mi tema favorito (Alejandro lo sabe...), "Outside World", toda una montaña rusa de sensaciones, de una calma-tormenta emocional en donde transitan Alice In Chains, Screaming Trees, Nirvana y algún que otro más pero que, al final, tan sólo ves a una bandaza dejándose el alma con una composición tan descarnada como ésta. Wow...
Nos vamos acercando al final, ¿Os creeréis que el disco decae?...¡Ni lo más mínimo!, "Am I Safe" relaja adrenalina, el fantasma de Dulli retorna y nos propone otro tema reflexivo que le habla al desamor y a la muerte de un sentimiento con un muro de guitarras y texturas por detrás. "One More Night" incide en el existencialismo de un sentimiento con un tema frágil, que le llora al desamor (o a la vida). Para acabar, si la vida y la muerte han sido las temáticas predominantes, "Eternal Life" trata de reflexionar sobre ambas, con esas guitarras ardientes 'a lo Van Conner' y ese sonido tan intenso y rasposo, también 'a la Billy Duffy' en punteos. Perfecto final
En conclusión, la espera ha merecido la pena, imposible sacar una conclusión en una o dos escuchas, From Here To Eternity es un disco de largo recorrido, que se disfruta sin problemas de principio a fin pero que requiere estar atento, requiere abrir tu alma en canal para ser inundado por unas composiciones que van sobradas de emocionalidad y emotividad hasta el extremo.
No debéis dejar pasar a esta banda tanto en estudio como, sobre todo, en directo. Saldréis transformados...
Déjate llevar por el 'pájaro' porque te sentirás levitando...
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