'John, se nota que no has visto "Operación Dragón" porque los palos filipinos ¡no son lo tuyo!' |
Una de las secciones más 'onanistas' de Pupilandia que tenía más que abandonada desde julio...¡Por Diosss! las 'Stallonadas'!!!. Allá vamos.
En este caso volvemos a las aventuras y desventuras del sufrido marine John Rambo con la tercera parte de la saga. "Rambo III" (1988) es para mí el final de aquel John Rambo creible con un Stallone todavía en plenas facultades físicas (despliegue de fuerza, luchas creibles...) y mentales (un guión medianamente aceptable, frases lapidarias que no sonaban todavía resobadas, etc,...) para seguir engrandeciendo la leyenda del personaje, junto al boxeador de Philadelphia, que más fama le ha reportado. De "John Rambo" mejor no hablar y, bueno, veremos en qué consistirá esa futurible "Rambo V: The Last Stand" como epitafio final de la saga.
Con la tercera parte de Rambo, tenemos a John exiliado en Thailandia reparando templos budistas y pecados varios contra la administración estadounidense. Su labor es, más bien, espartana pues a parte de ser obrero se dedica a ganar unos 'cuartos' luchando con Palos Filipinos para así donar las ganancias de las apuestas a los monjes para seguir su labor espiritual. Pero la cosa no podía tardar mucho en liarse porque, tras la negativa a participar en la causa afgana contra los invasores rusos, cogen al Coronel Trautman (que ha ocupado su lugar) y John se ve envuelto de nuevo en una guerra que no es la suya para rescatar a 'su papi' y devolverles la libertad a los afganos (curioso como se ha dado la vuelta a la tortilla tras el 11-S, que no?).
Y bien, la peli es un sinfin de pirotécnia y despliegue militar y marcial, muy parecida y al mismo nivel en agresividad gratuita y explosiones 'a go go' a Rambo II y, como no, el héroe sufre, como en todas, pero en esta más si cabe con luchas bestiales cuerpo a cuerpo, disparos en la pierna, choques frontales tanque/helicóptero, pero yo sobre todo me quedo con la escena más 'gore', una escenita que ya no recordaba y que he encontrado por ahí por casualidad, sin una búsqueda concreta, es la escena en donde Rambo se cura a sí mismo una herida en el costado por una de tantas explosiones...
Con un Stallone hinchado de 'ego' pero herido por el fracaso comercial de "Over The Top" ("Yo, El Halcón") (1987) volvió a resucitar al marine de la manera más virulenta e 'in your face' que se pudiese y esta escena lo demuestra, con creces, con el pobrecillo extrayéndose 'una pincha' del costado metiéndose el dedo en la propia yaga para, más tarde y entre jadeos ahogados de dolor, meterse la pólvora de una bala por la herida y así cicatrizar con fuego la 'pupita' de la que salen dos llamaradas en un momentazo pirotécnico sin igual, je,je,je.
Desde luego que, en aquella época, la escena me impactó muchísimo (hoy ya no tanto) pero también compruebas subliminalmente (o no tanto) lo que Stallone se gustaba a sí mismo en una época en la que su físico estaba tan definido; primeros planos de abdomen y pectoral en tensión supina en la extracción y el forzadísimo momento en el que abre el casquillo de la bala poniendo todo su brazo al servicio de la cámara son irrepetibles en el imaginario visual de este héroe sin igual, pero, por favor, sírvanse y deleitense...
Me despido con una de las instantáneas más famosas de John...
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