Tarde pero ya estamos aquí de nuevo para no faltar a la ansiada cita semanal con nuestras Criaturas Salvajes no sin antes instaros a que descubráis la nueva vuelta de tuerca que el pasado lunes impuso Bernardo de Andrés en su 'Mi Tocadiscos Dual' con la Criatura/diosa holandesa Cato Van Dyck y sus My Baby.
NOTA: 100%
Lo cierto es que hoy no va a haber ni introducción histórica, ni alusiones a piezas de coches, ni empanadas mentales/espirituales que cimentan el concepto de una banda. Hoy no. He de reconocer y, por supuesto, agradecer a mi colega Bernardo que me descubriese hace dos semanas a las dos Criaturas que trataremos hoy porque me han volado literalmente la tapa de los sesos. Si hoy precisamente debe haber un texto introductorio va a ir dedicado precisamente a esos discos que me han volado la cabeza desde que llevo escuchando música DE VERDAD desde aquel año de 1991. Hay muchas maneras de afrontar la escucha de un disco, analizando hasta el último detalle, fijándote unas veces en la música, otras en las letras y el mensaje, otras tantas en los arreglos y la producción... pero hay una que considero determinante...¡LA PRIMERA ESCUCHA! y esa debería siempre estar supeditada unica y exclusivamente a las emociones pues será ahí donde te darás cuenta si estás delante de algo grande sintiendo cómo te fluye la adrenalina a mil o cómo todo tu ser se ruboriza y emociona ante una melodía, un 'solo', una letra o un alarido de rabia y/o dolor. Muchos han sido los discos (y no necesariamente obras maestras) con los que he sentido esto de lo que os hablo pero el último que me ha hecho soltar mi típico/tópico 'jooooooodeeerrrrr' es un debut realizado por una banda novel llamada Mighty Bombs.
Lo cierto es que hoy no va a haber ni introducción histórica, ni alusiones a piezas de coches, ni empanadas mentales/espirituales que cimentan el concepto de una banda. Hoy no. He de reconocer y, por supuesto, agradecer a mi colega Bernardo que me descubriese hace dos semanas a las dos Criaturas que trataremos hoy porque me han volado literalmente la tapa de los sesos. Si hoy precisamente debe haber un texto introductorio va a ir dedicado precisamente a esos discos que me han volado la cabeza desde que llevo escuchando música DE VERDAD desde aquel año de 1991. Hay muchas maneras de afrontar la escucha de un disco, analizando hasta el último detalle, fijándote unas veces en la música, otras en las letras y el mensaje, otras tantas en los arreglos y la producción... pero hay una que considero determinante...¡LA PRIMERA ESCUCHA! y esa debería siempre estar supeditada unica y exclusivamente a las emociones pues será ahí donde te darás cuenta si estás delante de algo grande sintiendo cómo te fluye la adrenalina a mil o cómo todo tu ser se ruboriza y emociona ante una melodía, un 'solo', una letra o un alarido de rabia y/o dolor. Muchos han sido los discos (y no necesariamente obras maestras) con los que he sentido esto de lo que os hablo pero el último que me ha hecho soltar mi típico/tópico 'jooooooodeeerrrrr' es un debut realizado por una banda novel llamada Mighty Bombs.
Pues sí Pupilos, los recién llegados Mighty Bombs han sido los encargados de volarme literalmente la sesera con su primer E.P.. Formados en el Otoño de 2015 en Ginebra (Suiza) por la cantante y guitarrista Onne Wan (Las Furias), la bajista Lucie Cat y el batería Max y con un bagaje musical en muchas bandas 'underground' por parte de nuestro trío protagonista, la unión de tres elementos tan adrenalíticos como entregados a la causa del rock más enérgico no podía dar un resultado ni mediocre ni pasable, ¡esto tenía que ser una bomba de relojería!. Doy fe de ello.
Con influencias tan dispares como lógicas tales como L7, Bikini Kill, Pixies, Distillers, Breeders o Dinosaur Jr., la banda pone toda la carne en el asador para facturar un Garage Punk de alto octanaje y peligrosidad pero tremendamente adictivo y pegadizo entroncado con ciertos momentazos High Energy que podrían recordar a los Hellacopters de Supershitty To The Max. Muy pronto se dejan ver por la escena suiza con cierta asiduidad y ya a mediados de 2016 traspasan fronteras tocando en Francia, Alemania y Holanda consiguiendo una respuesta inmejorable gracias a sus incendiarios directos.
Hace 1 mes por fin sacan a la luz Not Of This Earth (2017), su bautismo de fuego, en donde demuestran con creces todo lo que os estoy hablando con un E.P. de cinco temas que es una absoluta bomba de relojería, con mucha urgencia y explosividad pero sin perder el norte de la melodía, decibelios 'a go go' en pelotazos eléctricos de la talla de "Run And Go", "Full Of Shit" y "Something To Say" con una base rítmica atronadora que te cagas, musculosa hasta límites insospechados por parte de Lucie Cat y Max. ¿Y qué decir de la entrega de su frontwoman?, joder!, Onne Wan, una tía vasca con los ovarios bien puestos, demuestra que, tras su etapa con Las Furias viene muuuuy fuerte y con ganas de patear culos con tormentas de guitarrazos por todas partes, ¡no para la tía! y una entrega vocal jodidamente molona y entregada. "Shake It All" y "Bubu Island" son los temas más claramente garageros, con toneladas de chicle y chispazos garajeros revolucionados alocadamente. Es que no se puede pedir más, bueno sí, que hubiese sido un L.P. en toda regla porque el talento y la personalidad que demuestra este POWER TRIO juegan a caballo ganador. Llega el momento de que pasen a la BOLA EXTRA y disfruten al '11' de cinco disparos de algodón de azúcar metidos a presión en balas de acero...
Degústese una descarga entera encima del escenario. DE TRACA!!...
Haceros con el disco anda...
2 comentarios:
Suenan muy bien. No es exagerado eso de volar la cabeza.
No habia visto los videos y mira que bien que hasta tieen audiovisual. Realmente me impactaron y prometen una barbaridad haber si consiguen más exito que con las furias pues lo merecen y el Ep es acojonante
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