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Y por fin llegó "Trece veces por minuto" (19/10/10) el último y flamante lanzamiento de Uzzhuaïa. No voy a negar que me he estado mordiendo la lengua esperando a darle unas cuantas escuchas para dar una opinión, si no pormenorizada de todos y cada uno de los diez temas, sí con un intencionado enfoque objetivo en la medida de lo posible tratándose de mi banda favorita a lo largo y ancho de la piel de toro. Y qué decir, ¿Que lo han vuelto a hacer? ¿Es esta frase tipico-tópica la que puede servir de "entradilla" a la crítica de un disco esperadísimo?, en principio sí pero creo que ahora sí que están a otro nivel, un nivel de consagración de un estilo, un nivel de confirmación de una personalidad muy bien definida que han gestado y macerado con paciencia en los anteriores cuatro trabajos ("3000 grados", "Diablo Blvd.", "Uzzhuaïa" y "Destino Perdición"). "13 VxM" nos ofrece a una banda más segura de sí misma que nunca; tenemos un disco entre las manos lleno de esas cosas que los Uzz siempre nos ofrecen: rock anglosajón en su justa medida, esos riffs y melodías tan equilibradas entre la contundencia y la calma de Isra y Álex, esas letras de Pablo tan evocadoramente emotivas o desgarradoramente salvajes,... Pero lo que sí que destacaría por encima de todo en estas diez excelentes composiciones es que Uzzhuaïa han conseguido un disco tan equilibrado en tan poco minutaje (no excede de 40 min.) que entra de tirón y es que lo pillas a la primera para quedarte prendado de la delicadeza de "Magnifico fracasado" (con intro acústica), "Ante la tempestad" o la sobresaliente "Desierto". Los Uzz te dejan tumbado de un sólo puñetazo auditivo con la fuerza de "13 V x M", "La mala suerte" y "No quiero verte caer", para acabar la receta de su última obra con toques rock'n'rolleros que ya les fueron tan bien en su anterior disco con composiciones 'quasi' "high energy"como "O.C.K." o la hillbilly "Durango". No desgranaré detalles de todas y cada uno de los temas pero otro punto positivo que tiene el quinto disco de Uzzhuaïa es que las repetidas escuchas te hacen percibir detalles, recovecos pasionales, intrumentación tímidamente novedosa en los surcos de un disco que se paladea muy rápido pero se degusta despacio.
En definitiva, considero que la banda ha alcanzado el dinamismo perfecto que necesitaba entre la melodía perfecta y las armonías vocales de Pablo (que las hay en este disco más que nunca) en contraste con la contundencia guitarrera y la base ritmica de Jose (batería) y Álvaro (bajo) que cada vez gozan de más presencia en el sonido global del disco. Se nota que se sienten a gusto, sin ningún tipo de presión más que la que se imponen ellos mismos con esos ligeros giros y guiños a una música que aman y amamos por encima de todas las cosas. Letrísticamente tenemos delante unas composiciones sencillamente perfectas y delicadamente evocadoras para mutar de un corte a otro en el desgarro y la rabia principalmente por los ídolos que se nos van o la deprimente situación del rock'n'roll y la resistencia hacia el hastío y aborregamiento general.
Acabaré esta crítica de una manera subjetiva, Uzzhuaïa me tocan la fibra señores, siempre ha sido un grupo que me ha marcado en todos y cada uno de sus discos e incluso cuando no lo tenían (mantengo cierta amistad con Isra desde la infancia) pero lo que me hace seguirles hasta la muerte es su pasión y honestidad en sus lp's, el buen rollo que parece existir entre ellos y la entrega que demuestran en sus demoledores directos que no dejan a nadie indiferente y que ponen patas arriba todas y cada una de las salas que pisan.
Posdata: Respiro tranquilo, el inaguantable de Carlos Goñi (Revolver) al final no metió la zarpa teniéndolos en su estudio.
Os quiero ver a todos en las salas correspondientes a vuestra zona para la presentación de "13 V x M" porque será algo, de nuevo, irrepetible, por mi parte ya cuento las horas para su presentación el 26 de Noviembre en la sala "Durango".