NOTA: 70%
Dejamos las 'Oleadas Stoner' por unos instantes (hay mucho material al que dar salida...) para dedicarnos en cuerpo y alma al rock'n'roll más underground, sucio y punkarra, aunque no exento de melodías powerpoperas y ritmos sobrados de groove. Me centraré primero en una banda que parece salida del citado Lower East Side neoyorkino del '77, se hacen llamar MALA VISTA y acaban de sacar su primer disco de larga duración que aquí estamos disfrutando tan ricamente estos días...
Huele las mieles del genuino 'old school punk' venido directamente del epicentro de Manhattan...
El cuarteto Mala Vista se forma de integrantes de otras bandas de la escena neoyorkina que encajan en el proyecto hallá por 2017/18, ellos son: Myke Miranda (vocals, guitar), Manuel Labour (bass, vocals), Erik LAMF (guitar), Ben Heymann (drums). Editaron un EP debut homónimo en 2019 y ahora les tenemos de vuelta con su primer larga duración que es todo un viaje a la mejor época del punk, aquella en la que Dead Boys, Ramones, The Plasmatics, Blondie, etc,... implantaban su rebelde semilla gracias al veneno que insuflaron Stooges, The New York Dolls o MC5. Los 13 cortes de que se compone Ruthless & Toothless (2022) apestan a callejón maloliente y peligroso de aquel barrio tan icónico de NY City. El corte que da comienzo al trabajo, "Baby So Wasted" ya lo expresa absolutamente todo, sonido crudo, muy cercano al sonido demo/maqueta, y centrado principalmente en la actitud y en sonar lo más directos posible recreando aquel sonido tan único de finales de los 70's. "N.Y. Groove" podría ser otro genial ejemplo. "Relegated Lover" tiene, como en algunos momentos en el disco, su puntito glam, no en vano esos punteos iniciales le deben y mucho al "Rebel Rebel" Bowiano. "Obsolete With Me" es el corte más ramoniano en perfecta mixtura con los Dolls, uno de mis temas favoritos, sin duda. "Western Beef" saca a relucir su parte más rock'n'roll punk, ¡y me encanta!. Para acabar, destacaré los que son hoy mis favoritos, "Echo", con esos coros OI! que le quedan brutales entre punteos molones y ejecución atropellada y "Bastards Of St. Anthony", una cucada punkarra de inmejorable melodía, estribillazo y solazo de guitarra. En conclusión, un producto oblitario para 'die hard fans' de aquel período legendario entre el '74 y el '78. Queda dicho...
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