NOTA: 95%
Creo, aun a riesgo de que la coreana Kingdom me vuele la cabeza, que ya tengo mi serie favorita de este 2019 (y no creo ni de coña que Peaky Blinders, ni The Walking Dead se acerquen al TOP F***ing 10... lo tenía que 'remarcar', sorry). La segunda temporada de Mindhunter me ha sorprendido gratamente en todos los sentidos y digo en todos porque no esperaba tanto habiendo tenido unas sensaciones algo diferentes con respecto a la primera temporada. He de reconocer que seguro que tuve en su momento parte de culpa y no estaba predispuesto a un serie de estas características con lo que siempre me han atrapado los psychokillers.
Pero bueno, aquí venimos para hablar del presente y, como os decía, los nuevos episodios de la serie producida por David Fincher son la perfecta continuación a lo que ya nos deparó la primera temporada en donde sólo se esbozaba un rompedor proyecto del FBI referido a la investigación de los psychos por mediación de los agentes especiales Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) y la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv). En esta temporada, la unidad toma cuerpo, empieza a ser creíble para los incrédulos carcas del cuerpo y se empiezan a ver resultados a pesar de las siempre reticentes opiniones de los peces gordos del FBI. Siempre fue un acierto esas entrevistas a los psychos y esta vez vuelven a ser uno de los platos principales haciendo especial incapié al careo con Charles Manson y no lo digo sólo por su excelente caracterización.
Tambien se plantean (no olvidemos que la serie está basada en hechos reales) los acontecimientos de las desapariciones de adolescentes de color en Atlanta planteadas en paralelo a la trama principal inicial y que son un perfecto contrapunto. Con respecto los demás, sólo tengo que hablar de sobresalientes en todos los aspectos, ambientación, tramas secundarias (me encanta el dramón que se le viene encima al Agente Tench y la lucha por el merecido protagonismo de la Doctora Carr), me encanta la puesta en escena, las tensiones raciales, la presión mediática y social, los brutales guiones y, bueno, bueno, vaya acojonantes interpretaciones a disfrutar las de Holt McCallany (el motor principal de la serie), Anna Torv y, en menor medida en esta Season 2, la de Jonathan Groff aunque esperaba que perdiese los nervios y fuese más inestable como en la primera. En definitiva, los personajes se siguen expandiendo, se sigue urgando en sus miserias interiores en paralelo a como se sigue perfeccionando la 'Unidad de Análisis de Conducta', todo planteado de una forma fantástica, con un ritmo fabulosamente atractivo que me ha tenido atrapado en todo momento así que, en fin, no me queda otra que recomendártela porque el disfrute está garantizado. ¿Qué nos deparará la 3ra temporada?...
Pero bueno, aquí venimos para hablar del presente y, como os decía, los nuevos episodios de la serie producida por David Fincher son la perfecta continuación a lo que ya nos deparó la primera temporada en donde sólo se esbozaba un rompedor proyecto del FBI referido a la investigación de los psychos por mediación de los agentes especiales Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) y la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv). En esta temporada, la unidad toma cuerpo, empieza a ser creíble para los incrédulos carcas del cuerpo y se empiezan a ver resultados a pesar de las siempre reticentes opiniones de los peces gordos del FBI. Siempre fue un acierto esas entrevistas a los psychos y esta vez vuelven a ser uno de los platos principales haciendo especial incapié al careo con Charles Manson y no lo digo sólo por su excelente caracterización.
Tambien se plantean (no olvidemos que la serie está basada en hechos reales) los acontecimientos de las desapariciones de adolescentes de color en Atlanta planteadas en paralelo a la trama principal inicial y que son un perfecto contrapunto. Con respecto los demás, sólo tengo que hablar de sobresalientes en todos los aspectos, ambientación, tramas secundarias (me encanta el dramón que se le viene encima al Agente Tench y la lucha por el merecido protagonismo de la Doctora Carr), me encanta la puesta en escena, las tensiones raciales, la presión mediática y social, los brutales guiones y, bueno, bueno, vaya acojonantes interpretaciones a disfrutar las de Holt McCallany (el motor principal de la serie), Anna Torv y, en menor medida en esta Season 2, la de Jonathan Groff aunque esperaba que perdiese los nervios y fuese más inestable como en la primera. En definitiva, los personajes se siguen expandiendo, se sigue urgando en sus miserias interiores en paralelo a como se sigue perfeccionando la 'Unidad de Análisis de Conducta', todo planteado de una forma fantástica, con un ritmo fabulosamente atractivo que me ha tenido atrapado en todo momento así que, en fin, no me queda otra que recomendártela porque el disfrute está garantizado. ¿Qué nos deparará la 3ra temporada?...
1 comentario:
Qué casualidad!
Me la recomendaron.
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