A más de uno le habrá extrañado que no reseñe y comente series desde hace tres meses más o menos y, desde luego, había un motivo de peso, Juego de Tronos. Se me había resistido siempre esta mediática ficción serial que a todo el mundo atrapaba hasta límites insospechados, incluso siendo muchos en mi círculo de confianza hasta poco consumidores de las demás ficciones punteras (Soprano, Breaking Bad, Sons Of Anarchy, Walking Dead, etc,...), no se perdían por nada del mundo los avatares de Jon 'Snow' y Daenerys Targaryen. Algo tenía que tener. Y sí, es cierto, lo tiene y mucho, queda justificado el fanatismo que existe por la serie 'que-todo-el-mundo-sigue', por las tramas y personajes que la protagonizan y ha sido toda una gozada habérmela metido 'entre pecho y espalda' en poco menos de tres meses para meterme dentro de ella cada noche...
Comencé mal, muy mal, la primera temporada la ví a ratos perdidos por cuestiones que no vienen al caso y no cogía el hilo, la segunda, siendo aún subiendo el nivel, todavía me mareaba con tanto nombre y tanto lugar por dominar y conquistar. Fue a partir de la tercera, con un ritmo normal de visionado, cuando te metes dentro de este mundo tan particular, intrincado y complejo teniendo, por fin, una visión poliédrica de todo lo que ocurre entre Poniente y Essos.
Pero no os conmino hoy a hacer un repaso de cada temporada, sería un coñazo con la serie que ha batido records en todos los sentidos habiendo ganado todos los premios habidos y por haber. Hoy vengo a exponeros algunas de mis impresiones sobre la última temporada, a pesar de que está todo dicho y expuesto con la fiebre 'Game Of Thrones' que existe en todo el globo terráqueo.
En primer lugar, es un hecho y hay que reconocerlo, la puesta en escena y el equipo de producción es de auténtico sobresaliente, vestuario, maquillaje, fotografía, localizaciones, todo raya a un nivelazo como en los mejores tiempos de la 'Trilogía del Anillo' de Tolkien. Había mucho morbo también por saber cómo se lo montaban en esta 6ª temporada a sabiendas de que era la primera independiente de las novelas de 'Canción de Hielo y Fuego' de George R.R. Martin y creo que ha salido realmente bien parada del reto.
Mi problema viene con la estructura en la que siempre se nos muestran cada temporada y es un estigma que lastra también a The Walking Dead. El ritmo no es el adecuado, no está equilibrado como debiera en series con mil guionistas pensando en los mil y un giros de guión (esto me recuerda a Lost), en definitiva, que no se puede tener un primer capítulo interesante/impactante para mantenerte en una linealidad plana y constante (a veces aburrida) hasta los dos últimos capítulos (en el caso de Juego de Tronos el penúltimo, en el caso de Walking Dead el último).
En cuanto a los /actores/personajes, bueno, como en todas las tramas, hay quien flojea más como Isaac Hempstead-Wright como Bran o la, en un principio, insufrible interpretación de Sophie Turner como Shansa Stark que en las dos últimas se ha convertido en la revelación interpretativa para quien suscribe. Incluso (en esto me rebanarán muchos el 'pescuezo') el mismísimo Kit Harrington en el papel de Jon Nieve no lo veía con entidad para afrontar todos los eventos que se le venían encima pero he de reconocer que los avatares y desgracias de la trama han acabado de curtir a partes iguales a actor y personaje. Con respecto a los que más me gustan, bueno, en eso no tengo sorpresas pues son dos de los hermanos más conocidos en la historia, os hablo de Peter Dinklage como el enano Tyrion Lannister y, cómo no, Lenna Headey/Cersei Lannister. En fin, citaría alguno más pero esto es cuestión de gustos y manías.
Por todos es sabido que habrá 7ª y con toda segurida 8ª temporada, queda mucho por desvelarse, muchas batallas y ataques al trono por sucederse, muchos misterios 'tras el muro' por desarrollarse... y tiempo más que de sobra para rectificar y mantener un ritmo vivo, por fin, desde el primer hasta el último capítulo, no 'en el primer y último capítulo'...
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