He vuelto de nuevo a escuchar "Phaseshifter" de Redd Kross y por enésima vez me he vuelto a enamorar del grupo de los hermano McDonald, ¡Qué canciones! ¡Qué melodías y armonías vocales! ¡Qué sonido!, WOW!! Han pasado la tira de años desde su publicación en 1994 y sigue tan fresco y poderoso como hace casi veinte años.Despues de su pelotazo Bubblegum "Third Eye", los chicos decidieron aplicarse en serio en el estudio y dejarse de tanta fiesta alternativa, tanto videojuego (!!!) y tanta pose POP para parir un disco poderoso y directo sin dejar de lado de ninguna manera su buen gusto a la hora de componer melodías pegadizas y armonías deliciosamente poppies. Siempre me acuerdo cuando escuché por primera vez el disco (en mi caso el primero que escuché de Redd Kross) por las carreteras pirenáicas con mi viejo Walkman, pasé en un abrir y cerrar de ojos del agobio de las curvas y el cansancio de las largas caminatas al optimismo y el buen rollo al escuchar esta impresionante colección de canciones.
Temas como el que abren el fuego "Jimmy's Fantasy", "Lady in The Front Row" o "Visionary" levantarían hasta a un "fiambre" con esa mezcla perfecta de poder guitarrero, distorsionado y riffs edulcorados con las melodías marca de la casa. Hay que reseñar que hubieron nuevas incorporaciones fundamentales para el sonido de este disco como Gere Fenelly (piano, organo y mellotron) con una aportación increible, Brian Reitzell (bateria) y Eddie Kurdziell (guitarra) que fue crucial en el 'sonido'; todos ellos conformaron un combo que distaba mucho del pop preciosista de su anterior trabajo ya que podría afirmar sin equivocarme que tenemos ante nosotros el disco 'Grunge' de Redd Kross, más que nada por esas guitarras desgarradas y potentes herederas de los grupos 70's y esa distorsión que caracterizaba el estilo del movimiento; ejemplo de ello es la versión de "Crazy World" del desconocido grupo femenino Frightwig con un comienzo distorsionado recordando a los Nirvana de "Bleach" y un riff rocoso hasta el infinito que recorre todo el tema.
En esta ocasión nos vamos a 1986, un crecido Sly protagoniza y dirige el que para mí es su trabajo más salido de madre, y no es para menos después de haber enlazado sus imprescindibles taquillazos "Rambo II" y "Rocky IV". En esta ocasión, el poli más duro de la ciudad con nombre de tía, Marion Cobretti (Cobra), se las tiene que ver con una diabólica secta que está sembrando el terror en la calles. Mujeres jovencitas y a ser posible rubias cañón son pasto de los frikis asesinatos que se cometen. La película es una montaña rusa de imágenes violentas, caretos más duros que los de Clint Eastwood en "Harry el Sucio" y creo que presume de ser uno de los largometrajes con las frases más frikis que Stallone ha parido.
La escena en cuestión es la del principio en el supermercado con un enclenque psycho intentando sembrar el pánico y dando lecciones ideológicas sobre lo que va a ser "el nuevo mundo". Para todo amante de la excesividad y la chulería de Sly tiene aquí todos los ingredientes de su estilo. En primer lugar vemos entrar a nuestro héroe con un careto que podría competir sin despeinarse con la no-expresión de "Terminator"; si a eso le añadimos un acertado palillo y unas gafas de espejo 80's para dar el toque chulesco ya tenemos calada la personalidad del protagonista. A partir de aquí, detalles y muchos, el "pasillo publicitario" haciendo "cuña" de PEPSI y de una cerveza de la que, tranquilamente, Cobra se sirve un trago, el 'momento micro' con un "Escucha gilipollas!, eres un mal tirador...y no me gustan los malos tiradores..." de impacto, el breve momento del pasillo de congelados con la gente amedrentada a pesar de estar muy lejos del matón y el diálogo final de la escena que no tiene desperdicio con el cruce de fraseos que intercambia Cobra con el loco acojonado para acabar con su mítica frase "You're a Disease... and I'm The Cure" ("El crimen es una plaga...y yo soy el remedio!!"). 




















