NOTA: 95%
Van quedando pocos días para que Pupilandia haga un paroncillo de dos semanas en las que aprovecharemos para irnos de vacaciones bien lejos y coger fuerzas, desconectar del 'enganche blogueril' y disfrutar de los placeres de la vida (o eso se pretenderá, no os quepa la menor duda).
Retomemos las 'Oleadas Stoner' con una banda que dista mucho de estar encasillada en el estilo y que utiliza la 'afinación desértica' cuando le viene en gana sin atarse a nada ni a nadie. No sé por qué coño nunca os había hablado de los Death Alley y ya es hora de hacerles justicia con el discazo que se sacaron hace unos meses y que lleva por título Superbia (2018)...
Formados en 2013 en Amsterdam con miembros de bandas como The Devil's Blood, Gewapen Beton y Mühr, ya volaron cabezas con su debut de 2015, Black Magick Boogieland, en el que la banda mostraba su faceta más directa y cruda debatiéndose entre el protopunk de MC5/Stooges y su enfermiza pasión por Motörhead y los Hellacopters. Pero en este cortijo se nos pasó cubrir un disco interesantísimo y que pateó muchos culos inquietos.
Tres años después, con algunos splits con sus paisanos Peter Pan Speedrock y su directo del año pasado, Live In Roadburn, nos llega Superbia (2018) a través de su merecido fichaje por un sello grande, en este caso Century Media, para igualar, si no superar, su debut. El combo formado y liderado por el guitarrista Oeds Beydals se ha sacada una bestia mucho más retorcida y oscura que su Opera Prima, no pierden inmediatez y esos pasajes Stooges y Hellacopters, la energía y la actitud punk siguen ahí, pero los holandeses se han decantado por una colección de canciones en las que el minutaje es generoso desatando su amor por King Crimson, Blue Öyster Cult y, cómo no, Black Sabbath, en definitiva, que han complicado y enriquecido mucho más su sonido a base de pasajes psicodelia, poderosos riffs y fuzz stoner por aquí y por allá. Ya avisan desde el tema que abre hostilidades, "Daemon" contiene todo lo que la banda quiere mostrar en Superbia, desarrolla todas sus caras y os aseguro que sale ganando con esta clarísima evolución sónica. "The Chain", "Headlights In The Dark" y el obsesivo tempo del single "Murder Your Dreams" son los más desert rock y los más enraizados también en los 70's, "Feeding The Lions" es jodidamente soberbio e incluso en "Pilgrim" se nota cierto guiño a las armonías vocales de Staley/Cantrell, con un juego de voces muy Alice in Chains. La joya de la corona del álbum se encuentra al final, "The Sewage" son once minutos para enmarcar, Oeds y sus secuaces se despachan a gusto con su tema más complejo, desarrollado y exigente hasta la fecha, lleno de cambios, con cierto toque progresivo y pasajes oscuros muy interesantes, psicodelia, protopunk, prog rock, high energy, stoner, bufff,... Os aseguro que no hay nada que se les resista a estos tipos. GRAN DISCO!...
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