TURNSTILE "NEVER ENOUGH" (2025)

NOTA: 90%

 Y acabamos, por el momento, la tríada Hardcore que os prometí con la 'gallina de los huevos de oro' hoy en día del movimiento. Es cierto que los de Baltimore, Maryland, TURNSTILE, generan a día de hoy elogios y críticas a partes iguales, pero ésto, en mi modesta opinión, es todo un triunfo teniendo la bazofia de música que tenemos copando rankings mainstream en el mundo.

A pesar de que el factor sorpresa ya no existe, sigo pensando que Turnstile está haciendo las cosas muy bien y que están derrumbando prejuicios 'hardcore' con sus coqueteos con todo tipo de estilos y ritmos. Además, oiga, celebro que la banda esté ganando premios y tenga un seguimiento mediático importante sin dejar de ser ellos, por mucho que su música actualmente no se base en exclusiva en provocar pogos y escupir odio con los mismos riffs y estructuras del género.

 

'Nunca es suficiente' si no te pones un techo creativo...

 

Pues bien, se podría decir de Never Enough (2025), el cuarto álbum del quinteto yankee, que es cláramente continuista en concepto y flexibilidad compositiva a su trabajo anterior. De aquí les están lloviendo ya unas cuantas críticas pues, tanto album cover como esa amalgama de estilos dispares, que empastan curiosamente a la perfección, vuelven a recrearse de forma parecida a su celebrado Glow On (2021).

Lo que me mola de la banda es la desvergonzada facilidad que tienen para pasar de un tema brutalísimo y vertiginoso como "Sunshower" a las sutilezas funk 'a la The Police' de cortes como "I Care"/"Seeing Stars". Creo que ésto les sigue honrando.

No iban a dejar de sonar crudos e intensos a pesar de la amalgama estilística, y ahí se encuentran pepinazos como "SOLE", de interesante desarollo psicodélico en su parte final, o el imparable y descontrolado "BIRDS" que reparte 'leches' a diestro y siniestro. En menor medida y con menos carga vertiginosa se encontrarían "Dull" y "Look Out For Me", ideales también para poguear en sus directos. RATM sigue siendo, in my opinion, un referente ineludible para la banda.

Pasando a hablar en otros registros, destacaría ese rollito Warped Tour en un corte rematadamente catchy como "Dreaming", o ese guiño alternativo a medio camino entre Weezer y los Incubus más indies de "Light Design".

En conclusión, sí, es un disco que sigue la senda de su meritado álbum anterior, pero la fórmula 'heterogénea' sigue funcionando a la perfección y no se resienten en absoluto por seguir su propio camino, un camino que ellos y sólo ellos saben donde les llevará y qué les deparará.

 

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