NOTA: 90%
Cerramos la nueva triada de 'Oleadas Stoner' con una celebración... ¡¡¡Hemos alcanzado la redonda cifra de 200 Oleadas Stoner!!!, doscientas maniobras Desert Rock en todas sus vertientes, unas más monolíticas, otras más fétidas e infernales y otras más sofisticadas y vaporosas en la sección más demandada por vosotros, una sección que habéis convertido en un clásico que no puede faltar mes tras mes en este Cortijo Dilatado. Como os prometí, cerraba triada con un 'peso pesado' del movimiento precisamente para hacerle los honores a la sección así que paso a relataros mis impresiones con el nuevo trabajo de los imprescindibles stoner suecos, GREENLEAF, que publican su octavo trabajo de estudio (se dice pronto) y que responde al nombre de Echoes From A Mass (2021)...
Vas a tener que soportar las embestidas y 'Mareas' de los 'HojaVerde'...
Supongo que a estas alturas es practicamente innecesario hacer las presentaciones con Tommi Holappa, el 'workaholic' nato del movimiento desértico en la fría Suecia. Su carrera con los nunca suficientemente reivindicados Dozer le abala de sobras pero venimos a hablar de su proyecto Greenleaf, gestado en paralelo a Dozer y que se convirtió en prioridad principal en 2014 con su quinto disco Trails & Passes. Es precisamente con este disco con el que los conocí quedándome prendado de sus hipnóticos desarrollos, sus particulares atmósferas siempre en búsqueda de la melodía y su aplastante ejecución rítmica. A partir aquí siempre han tenido su lugar de privilegio en esta sección...¡es un puto disfrute cada nuevo disco!. Vamos con Echoes From A Mass (2021).
Es un hecho que llevar ya tres discos con Napalm Records los consolida definitivamente en esta nueva etapa alejada de incursiones virulentas y crudeza instrumental y vocal. Sí, los de Börlange han pulido y sofisticado cada vez más su sonido, han realizado un esfuerzo brutal por encontrar unas atmósferas armoniosas y melodías vocales epatadoras que hoy en día son marca de la casa pero, ¡cuidado!, el nivel decibélico no ha bajado ni un ápice, la ejecución instrumental sigue pensando toneladas y el despliegue sónico sigue siendo muy 'gordo'. Cierto es que el hipnotismo de cortes como el inicial "Tides" o el heavy blues elevador de "Bury Me Son" denotan esa búsqueda cósmica del Nirvana pero no podemos decir que en cortes como el abrasivo "Good God I Better Run Away", el magnetismo machacante de "Love Undone" o el árido groove de "Hang On" hayan perdido pegada, eso sí, la elegancia brilla más que nunca y ahí está mi tema favorito del tracklist con el ma-ra-vi-llo-so y subyugante "March on Higher Grounds". Lo dicho, estamos enfrentados a otra descomunal descarga de stoner sludgy mezclado en paleta con heavy blues y vintage rock. Para los neófitos (que ya deberían ser muy pocos), si te gustan los Queens Of The Stone Age de los tres primeros discos y besas por donde pisan Graveyard te encontrarás con Tommi Holappa y sus huestes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario